Después de las denuncias de numerosos usuarios, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) admitió haber autorizado la entrada del influencer, Mr Beast, a secciones restringidas en zonas arqueológicas protegidas, lo que pone en la mira a la institución, generando diversos cuestionamientos.
Las denuncias y señalamientos surgieron después de que se publicará el video “Sobreviví 100 horas dentro de un templo antiguo” en el canal del bastante polémico youtuber; en este contenido (que ahora cuenta con más de 50 millones de visitas), muestra espacios restringidos en recintos importantes, lo que llamó la atención de los usuarios.

Tras la ola de duda e incertidumbre, así como la indignación por lo que parecía un violación a los espacios, el INAH aclaró que autorizó al youtuber para acceder a los lugares limitados de la Zona Arqueológica de Calakmul, en Campeche, y Balancanche y Chichén Itzá, en Yucatán.
No obstante, el cuestionamiento prevalece pues las áreas restringidas llegan incluso a ser inaccesibles para investigadores, recordaron usuarios en redes. Asimismo, polemizó la ventaja económica del youtuber frente a otras personas que buscan acceder con motivos académicos.
Ante ello, Adriana Velázquez Morlet, de INAH Campeche, explicó que la visita del youtuber en Calakmul ocurrió a solicitud del gobierno de ese estado y de la Secretaría de Turismo federal. Argumentó, además, que se trató de un material de promoción dirigida a públicos jóvenes.
“El instituto lo único que hizo fue dar las facilidades y supervisar que no hubiera ningún daño. Es importante decir que no hubo afectación a ninguno de los elementos del sitio”
Por su parte, la directora de la zona arqueológica de Chichén Itzá, Guadalupe Espinosa, comentó a La Jornada que se «apegaron al permiso emitido por la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos del INAH».
Además, añadieron que el youtuber fue acompañado por los arqueólogos Arturo Cortés Gutiérrez, subdirector de Protección Técnica, y Guillermo de Anda, experto en patrimonio sumergido.
En redes continúan las críticas a la institución, pues el caso exhibe una clara preferencia y beneficio a personajes con mayor poder adquisitivo, sumado a la trivialización de los espacios.