mayo 8, 2025 5:44 am
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Más que un papa la humanidad busca un aliado y los ultras un verdugo

Ante los ojos de millones, miles de cámaras, rezos, plegarias, un cónclave totalmente blindado y 133 cardenales que elegirán al nuevo líder de la iglesia católica, es que el mundo observa intrigado sobre quienes ganarán la elección, sí los ultras o el progresismo.

Algo que nos dejó aún más claro el ex sumo pontífice Francisco, es que no solamente se escoge un papa que dedicará los últimos años de su vida a servir en el más alto cargo de la iglesia católica, sino, a un hombre que podría causar el impacto ante millones, pero, también, alguien quien pueda influir tanto en lo social como en lo político.

Los enfrentamiento ideológicos entre los ultras y el progresismo no son nuevos, sino todo lo contrario, han ocurrido y coexistido durante siglos, pero justo en el momento histórico en el que nos encontramos resulta aún más crítico, pues los progresistas luchan  por los derechos humanos y el aumento de las libertades, mientras que, los ultras reaniman al fascismo para perseguir a quienes no poseen sus colores y no cuentan con sus privilegios.

Durante más de una década Francisco demostró que se podían seguir los preceptos de su religión y ser una buena persona. No una persona que castiga a los demás por ser libres, no una persona que persiguiera las libertades, no una persona que atacara lo que no entendiera. Sino todo lo contrario, ser un religioso que podría cumplir con los preceptos de su religión, abrir los brazos y las puertas para todes y como un plus aún mayor; el ponerse como meta luchar por un mundo mejor.

Muchas personas religiosas y no, durante el pontificado de Francisco, lo señalaron de ser la viva representación del diablo, una persona malvada, alguien que no entendía la iglesia y que le hizo daño a sus mentes, personas quienes se encuentran cegadas por un odio que muchas veces ha sido alimentado durante siglos por autoridades religiosas. Pero en realidad el papa Francisco para millones de personas, incluyéndome, pensamos que ha sido uno de los mejores papas en tiempos modernos y a la distancia.

Ese mismo odio es el que busca regresar más empoderado, un odio que ahora está sumamente incómodo porque no logra entender las libertades y las mismas les están ganando, pero además, un odio al que le encanta las jerarquías y ver de arriba para abajo y no de vernos a todas las personas por igual.

Por eso, esa rancia iglesia católica del odio busca regresar a viejos tiempos donde los anticonceptivos eran pecados, donde el conectarse con otras culturas era terrible, dónde cuestionar a la iglesia era pecado, donde los colores de piel dan jerarquías y donde los tiempos modernos son la perdición y por ello se tiene que regresar a los buenos valores.

La ultraderecha, fascistas, nazis han perdido muchas cosas en el contexto internacional; en sectores como la política, lo social, «moral», el pensamiento, libertades e incluso, esos odiadores se encuentran en el basurero de la historia y esos ultras se encuentra aún más molestos cuando observan que en varias partes del mundo la derecha y conservadores les dan la espalda y les cierran las puertas porque no quieren que regresen aquellos quienes causaron daños incurables al mundo.

Es por ello que, como el último gran salvavidas que ven esos sectores es la silla papal, el quedarse con la iglesia católica y por ello, lograr colocar a un papa que sea afín a su ideológicamente, el que regrese a la iglesia y a la sociedad a los buenos y viejos valores tradicionales.

Por estas y más razones es que se tiene que entender que no solamente se discute en estos momentos quien dirigirá a la iglesia católica, sino que también es una lucha cultural, social, política entre sectores que le dice sí al amor, las libertades, la diversidad, el desarrollo, contra quienes no solamente odian, sino que son adictos al odio, a condenar, imponer terribles penitencias y por sí no fuera poco, actuar como jurado, jueces y verdugos.

Después de los grandes cambios y reformas que realizó el Papa Francisco tanto en la iglesia como en el mundo, veo difícil que nos toque un religioso conservador. El Papa Francisco fue un hombre extraordinario que supo los momentos en los que vivía y actúo conforme a ello; le plantó cara no solamente a su iglesia sino al mundo, no solamente hablaba, sino que escuchaba. Es así como se discute en el cónclave quién quedará al frente de una de las iglesias más longevas y más poderosas del mundo hacia una persona que tienda ahí lleva a cabo un cambio

Finalmente, resulta más que curioso que no solamente el destino de una iglesia, sino de millones de fieles termine en las manos de 133 hombres, hombres de la tercera edad quienes se han formado en distintos contextos, los cuales han aguardado durante mucho tiempo para encontrarse en el punto tanto histórico como coyuntural en el que están.

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