Las hipótesis sobre las negociaciones entre Estados Unidos y México respecto a la extradición de 29 líderes del crimen organizado han abierto un nuevo capítulo. The New York Times reveló que las conversaciones para facilitar la entrega de estos narcotraficantes por parte del gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, iniciaron durante la administración del expresidente Joe Biden, no de Donald Trump.
De acuerdo con el periódico, los diálogos para pactar esta acción de seguridad entre la Casa Blanca y su homólogo mexicano continuaron tras el inicio del sexenio de Sheinbaum Pardo en octubre pasado, y se definieron después del retorno de Donald Trump a la Oficina Oval.
Extradición de 29 capos entre ellos Caro Quintero
El pacto se materializó el 27 de febrero pasado, cuando México extraditó a 29 integrantes del crimen organizado. Entre ellos destacan los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño (Z-40 y Z-42), fundadores de Los Zetas, y Rafael Caro Quintero, principal objetivo de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) desde los años ochenta, por su presunta relación con el asesinato del agente Enrique «Kiki» Camarena.
No obstante, tras su extradición, Quintero fue trasladado a la Corte Federal de Brooklyn, donde fiscales del Distrito Este de Nueva York señalaron que podría enfrentar la pena capital. Esto sugiere que su proceso judicial difiere del utilizado tradicionalmente en casos de extradición.

Por cambio en políticas criminales podrían ser condenados a muerte en EU
Según el diario estadounidense, México recurrió a una ley de seguridad nacional que permite una remoción más firme de los acusados, a diferencia de extradiciones anteriores, estos criminales podrían ser juzgados con la posibilidad de recibir condenas a muerte.
The New York Times destacó que esto marca un giro significativo en la política mexicana, ya que el país no ofreció garantías para evitar dichas sentencias, como solía hacerlo históricamente desde 2005.
Además, el medio internacional agrega que estas extradiciones reflejan una política de seguridad más agresiva por parte del gobierno mexicano para combatir el narcotráfico, y llega hasta el mandato del presidente Donald Trump.