Tras varias horas de protesta por parte de alumnas y alumnos del Benemérito Instituto Normal del Estado de Puebla (BINE), fue destituida de su cargo la directora Arid Hernández Aguilar, a quien el estudiantado denunció por prácticas irregulares, desvío de recursos, violación de derechos de personas embarazadas y continuos actos de discriminación.
Tras sostener diálogo y negociaciones con los representantes de la Secretaría de Educación Pública (SEP) estatal, fue designada como encargada de la dirección la profesora María del Rosario Bringas Benavidez.
La manifestación iniciada por les normalistas a las 7:30 horas de este miércoles 5 de marzo, se realizó aprovechando los altos marcados por el semáforo en el tramo del Bulevar Hermanos Serdán que se ubica frente a su campus, para pronunciar consignas de denuncia y mostrar a los automovilistas sus demandas, mientras simultáneamente, otro grupo de estudiantes protestaba dentro de la institución.
En pliegos de papel craft y cartulinas fluorescentes, el estudiantado denunció que Hernández Aguilar violó el reglamento del BINE, organizó una rifa -facultad que sólo tienen el alumnado y la mesa directiva de padres de familia- y obligó a todes les estudiantes a vender 30 boletos de 100 pesos, lo que equivale a tres mil pesos por cada uno de los más de nueve mil estudiantes con los que cuenta la institución.
Bajo la consigna «¡No más rifas!», las y los jóvenes señalaron que durante más de un mes solicitaron informes del uso de esos recursos, puesto que no lo ven reflejados en su día a día ya que carecen a menudo de agua, jabón y papel higiénico. Pero la directora no les dio ninguna respuesta.
Discriminación, aporofóbia y violación de derechos
Por otra parte, la demanda de las normalistas de destituir a la directora, también estuvo sustentada en la negativa de Arid Hernández a respetar las necesidades de alumnas embarazadas, pues hubieron casos en los que solicitaban permisos para visitas médicas y no les fueron concedidas.
Así mismo, la profesora incurrió en actos de discriminación al hacer comentarios racistas, llamar «bastardos» o «criminales» a algunos estudiantes, y al referirse a las personas con neurodivergencias o discapacidades como «locos».
