
Más de seiscientos prisioneros palestinos recluidos en cárceles han sido liberados en las primeras horas de este jueves (hora local) por las fuerzas militares de Israel, tras la entrega de cuatro cuerpos israelíes, como parte del pacto de cese al fuego en Gaza entre Hamas e Israel
Esto a pesar del ataque aéreo por parte de miembros de las Fuerzas de Defensa Israelíes a una presunta base de observación del partido. milicia Hezbollah, al sur del Líbano, lo que violentaría los acuerdos.

Los rehenes fueron trasladados en autobuses desde la cárcel de Ofer, en el corazón de la ciudad de Cisjordania, hacia un centro de recepción en la región de Bituina.
Por su parte, La Oficina de Información de prisioneros relacionada con Hamas confirmó que un total de 642 personas palestinas recuperaron su libertad al combinarse el séptimo grupo de prisioneros.
Cabe señalar que Hamas describió esta liberación como una de las «más grandes» desde la negociación de la tregua entre esta organización militar y el estado de Israel, misma en la que Egipto y Qatar fungieron como intermediarios con el apoyo de Estados Unidos; no obstante, este acto forma parte de la primera etapa de este acuerdo.
“Estamos siendo testigos de uno de los logros del pueblo palestino con la liberación del séptimo y octavo grupos de prisioneros, que es la mayor hasta la fecha dentro de las disposiciones del acuerdo de alto el fuego», declaró el vocero de Hamas, Hazem Qassem, en un comunicado de prensa.
Añadió que Hamas prioriza que sus presos sean liberados en cualquier intercambio de guerra. También resaltó que el grupo había respondido a las solicitudes de mediadores respecto a la liberación con las nuevas formas de intercambio de los cuerpos, para asegurar que Israel cumpla con el proceso como se comprometió.
Entre tanto, Hamas dio a conocer el martes la resolución de la disputa relacionada al atraso en las liberaciones que estaban previstas a realizarse el pasado sábado, luego del diálogo que sostuvieron una delegación suya y funcionarios egipcios en El Cairo.
Dicha postergación se originó después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exigiera garantías en los mecanismos en el intercambio de sus prisioneros por parte de Hamas, a los cuales calificó de «‘desfiles militares».